domingo, 25 de octubre de 2009

Una Lección de Vida

Ayer entró por debajo del portón del vecindario un perrito que andaba solito, sucio y que llamaremos "Stinky" porque tenía un aroma, que aún ahora la casa huele a él.

La idea era simplemente sacarlo del vecindario, pero papi no pudo. Después de andar todo el vecindario preguntando si alguien andaba buscando a Stinky, los dos regresaron juntos, Pá lo baño y le dió de mi comida y el pobre se la comió como loco, que pecado!.

Debo decir que aunque me cayó mal, mas que nada celos, estaba vacilón, bien portado, aguantó a los niños del vecindario, que yo no me los aguanto e hizo química con papi y mami. Durmió en un kennel, no hizo ruido ni se hizo pipí. Creo que quería quedarse con nosotros....

En fin, después de preguntarle a mucha gente, a pá no le quedó mas que llevarlo al refugio en San Rafel, pues sinceramente, estaba dejando su "marca" por todo lado, ya mami lo iba a matar, y yo tambíen, uff! por cochino!. Además, en esta casa solo hay campo para una mascota y esa soy yo. Que mala, verdad?, no, en serio, Stinky no está acostumbrado a estar solito en casa como yo y hubiera sido un problema grande...

Me dicen que quedó bien, yo le ragalé una camita que no usaba, para que no pasara frío y solo espero que consiga a alguien que lo quiera y lo mimen como lo hacen conmigo. Al menos pasó una noche de su vida como se merece y estaba agadecido con todos, demasiado agradecido quizás....

Cuando regresaban felices y un poco nostágicos de que Stinky quedó bien y con 35mil colones menos que hubo que pagar para que lo adoptaran, un alocado Snauzer literalmente se le metió al carro de Pá, justo en el momento que iban pasando y por más que Pá trató no pudo esquivarlo y lastimosamente lo atropelló, matándolo en el acto, (espero que no haya sufrido mucho el pobre). No les tengo que decir como quedaron Ma y Pa de devastados....

Cuando Pá llegó me abrazó y me dió más besos de la cuenta, mientras me contaba la historia y aún ahora llora recordando el asunto.

Tener una mascota es mucho más que simplemente darle comida y regañarla, hay que ser responsables, no dejarlos solos en el mundo como a Stinky, ni tampoco dejarlos salir sin correa en una calle muy transitada como al Snouzer, sólo por que "el hacía mucho caso y no se que le pasó".

No sé si Diosito le estaba diciendo a Pá, bueno, salvaste a uno, pero en el cielo yo quiero un perrito y quiero que ud me lo envíe a como dé lugar.... No sé, Dios actúa en formas extrañas y sólo El sabe que es lo mejor para todos.

Espero que Stinky sea muy feliz, y el Snauzer este en el cielo de los perritos corriendo como loco sin preocuparse de ser atropellado.

Aquí les dejo unas fotos de Stinky y la historia para que reflexionen un rato.




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